¿Qué tiene de malo este panorama? Las y los estadounidenses creen que tienen la libertad de protestar bajo la protección de la Primera Enmienda a la Constitución. Díselo a los polis. Díselo a los regentes del campus. En realidad, si las posturas adoptadas por los estudiantes se consideran muy controvertidas, muy alarmantes, los manifestantes se vuelven objetivos de la represión estatal y administrativa. Es probable que sean golpeados y encerrados, suspendidos y expulsados. ¿Dónde está la protección constitucional? Aquí tenemos la dura verdad. Ésta no existe. Punto.

Hecho: Se puede presentar demandas civiles y hasta ganarlas. Pero no se olviden, el daño ya está hecho. Alivio jurídico después de una golpiza no es ninguna reparación. ¿Por qué? Porque los sistemas jurídicos protegen las relaciones de poder. Protegen el estatus quo.

Hay que celebrar, elogiar y aplaudir a las y los estudiantes que protestan contra la injusticia y violencia racial[.] Esto todavía no ocurre. Pero hacen algo noble, algo profundamente humano. Demuestran su preocupación por los oprimidos. Felicitaciones por eso.